Después de 4 años de haber sacado su último disco de estudio
y de que Goy Karamelo (Guillermo Ogalde Gluzman) integrante fundador haya
dejado la banda,
Karamelo Santo vuelve con su séptimo disco de estudio a
pasarnos por arriba con su fusión de reggae, cumbia, punk y ska.
Esta nueva obra de arte de la banda mendocina fue grabada
entre agosto y octubre de 2011 en el
estudio El Attic de General Rodríguez y se
encargó de esta tarea y de la mezcla Facundo Rodríguez. La producción artística
estuvo en manos de la dupla Pablo Guyot y Pablo Toth.
El corte de difusión es Liar y también pudimos escuchar
Diente -porque la banda lo puso a libre descarga hace un tiempo- en donde
participa Marcelo Corvata Corvalán en voz. El disco tiene varias sorpresas y
una de ellas es que no hay covers a diferencia de sus antecesores, donde
Karamelo nos sorprendió con versiones de No tan distintos de Sumo (en Antena
Pachamama) y What a wonderful World, clásico del jazz (en La gente arriba). La
otra sorpresa es la cantidad de músicos invitados: Cristian Canatelli y
Leonardo Ramella en percusión, Raúl “Tilín” Orozco, en cuatro, Erwin Stutz, en
trompeta, Pablo Fenoglio, en trombón y Alejo Von Der Pahlen, en saxo barítono.
Elías y Julio, cantantes de la banda mexicana Los Angeles Azules, aportaron
voces en la canción En la oscuridad.
La lista de temas completa es:
Estribillo // No más // Liar // La vida es la razón //
Cumbia pelaa // En la oscuridad // Absent // El viento // Llevate mi corazón //
Diente // Colocón // Salvador // Grita
la pachamama.
El álbum transita sin ningún prejuicio desde el punk-ska en
temas como No mas y Diente a la cumbia como en Cumbia pelaa y En la oscuridad,
pasando por el reggae en Absent y el folklore en Grita la pachamama, sin dejar
de lado las letras empapadas de reclamos como en El salvador e izando la
bandera de su Mendoza natal en Colocón.
El nuevo disco de Karamelo Santo es el compañero perfecto
para la fiesta y la reflexión demostrando que la banda no cae ante la
adversidad sino que se transforma y sale a dar batalla. Un disco que estas
navidades el gordo barbudo te tiene que dejar en el arbolito.
Por Carlos D. Galibert
